Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100333
Legislatura: 1893
Sesión: 24 de Abril de 1894
Cámara: Senado
Discurso / Réplica:
Número y páginas del Diario de Sesiones: 108, 2013
Tema: Peregrinación obrera a Roma

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Si el Sr. Conde de Canga-Argüelles hubiera tenido la bondad de advertir al Gobierno la pregunta que le iba a formular, puesto que no se dirige a él en son de oposición, yo me hubiera complacido en contestarle de una manera terminante; pero, en verdad, no sé las disposiciones que haya tomado el gobernador de Valencia para asegurar allí el orden público y el ejercicio del derecho que asistía a la peregrinación. Se le ha dicho que adopte todas aquellas precauciones que crea necesarias para que la peregrinación no sufriera el más pequeño disgusto, y no sé las que ha puesto en práctica; las participará cuando dé cuenta del resultado que ha ofrecido la vuelta de la peregrinación; pero todavía no nos ha dicho nada, y no sé, por tanto, que haya impedido que las campanas se echen a vuelo ni la celebración de un tedeum. De manera, que en este momento no puedo contestar a S. S. tan explícitamente como desearía.

Por lo demás, a todos nos mueve igual sentimiento, y el acto que realizó el Senado, que después secundó el Congreso, demuestra la unanimidad de la opinión en el sentido de que S. S. ha hecho mérito.

En cuanto a que yo en otra parte he dicho que no conocía los sucesos de Valencia, ya lo expliqué ayer, a pesar de que no había necesidad de que lo explicase.

Se trataba de un debate en el cual había intervenido Diputados que se llamaban testigos presenciales, y otros que se decían testigos de referencia. Lo que afirmaban los unos estaba en perfecta contradicción con lo que los otros indicaban, y entonces dije yo: ?Pues nos quedamos con que no sabemos nada de lo que ha sucedido en Valencia.? Las noticias de aquella capital eran también contradictorias, porque no recuerdo sucesos que hayan dado lugar a versiones más encontradas; y en este sentido manifesté en el Congreso que no sabía yo lo que había pasado en Valencia, sobre todo para determinar de una manera justa respecto de la conducta del gobernador.

Por lo demás, claro está que lo que allí ha ocurrido es sumamente desagradable, que merece la condenación de todos, no sólo de los católicos, sino de toda persona que ame las libertades y los derechos conquistados.

Pero vuelvo a manifestar que siento mucho no poder contestar a S. S. de una manera categórica; yo no sé si el gobernador de Valencia ha impedido que se echen las campanadas a vuelo y la celebración de un tedeum. Me parece a mí que si el gobernador ha hecho eso, habrá sido de acuerdo con el Sr. Arzobispo de Valencia; pero repito que como no sé nada, no puedo entrar en detalles y en datos respecto a este punto.

Para mañana se sabrá lo sucedido y entonces tendré el gusto de contestar de una manera  categórica, terminante y con conocimiento de causa a la pregunta que se ha servido dirigirme el Sr. Conde de Canga-Argüelles.



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